Un nuevo Año, un nuevo curso escolar! Una nueva oportunidad para construir, para renovar, para recrear, para aprender, para crecer... para escribir... El nuevo Año y curso es una página en blanco. Escribir en ella es una experiencia colectiva que nos convoca a todos y genera la comunión de alumnos y alumnas, profesores y profesoras, padres y madres, de toda la COMUNIDAD EDUCATIVA. ES TIEMPO de escribir con atención, con esmero y con esperanza. Atención a la historia. La historia nos enseña para el horizonte. Mirar atrás nos desafía, nos motiva, nos lanza. Al escribir evoquemos la historia. Como alumnos, qué luces acompañaron la vida que pueden seguir guiando el interior; como docentes qué experiencias fueron significativas y alimentaron la vocación del ser maestro al potenciar el alma de los rostros que día tras día nos miran en el aula; como padres qué vínculos fortalecieron los lazos, qué palabras fueron tan sabias que merecen ser repetidas. Esmero para el día a día. Cada mañana, al repuntar el sol, inician 24 horas que son una oportunidad para esforzarse en llegar, esforzarse en lograr. Cada una de las 24 horas vamos haciendo camino, creando lazos, construyendo puentes. O lamentablemente en ocasiones construyendo muros, creando barreras, haciendo ondonadas. Frente a esto, al repuntar el sol, miremos a nuestro interior e iniciemos “las líneas ” con el esmero de un corazón en búsqueda de trascender, de mover al otro, de llegar a Dios. Si con atención hemos visto la historia; si con esmero caminamos cada instante del ahora, seremos PERSONAS de esperanza. Línea tras línea la vida irá tomando un rumbo de “vida”. Día tras día la esperanza arropará, y es la gran responsabilidad que debemos asumir en medio de una sociedad con tantos asomos de desesperanza. La esperanza indica que un cambio es posible, porque nos asumimos como parte de ese cambio. Alumnos, profesores y padres, todo un núcleo humano “sembradores de esperanza”. ¡Bienvenidos y bienvenidas a escribir! Sólo las frases de todos nos darán el mejor libro. Y recordemos, este año escolar, ¡Es sólo un capítulo!
Anónimo.